V de Barato

¿Por qué no empezamos por lo bueno? El look de la película es probablemente su más fuerte atractivo. El buen uso de imágenes generadas por computadoras para recrear Londres y unos sabios diseñadores de set hacen que la película se vea mejor de lo que se oye. La actuación de Stephen Fry como Dietrich, el conductor de un talk show y amigo de Evey, es la mejor del grupo. Su manera de ser, sencilla y carismática a la vez que optimista, hace que su personaje secundario cree un verdadero impacto en el espectador. Las demás actuaciones no están mal, pero se quedan muy cortas: Hugo Weaving hace todo lo que puede con su voz para compensar siempre traer una máscara, Stephen Rea como el policia no hace más que verse triste toda la película y Natalie Portman intenta lo más que puede para hacer de Evey una heroína cuando es todo menos eso.
Cualquiera que haya leído 1984 puede empezar a ver las semejanzas con la película y sentir que está leyendo los temas importantes de V for Vendetta. El problema es que parece como si los realizadores se compraron el manual de Orwell para crear un mundo distópico creíble, siguieron los pasos al pie de la letra y luego, cuando ya no tenían ningún camino que seguir, la hicieron de superhéroes. El resultado es chocomilk hecha con leche de soya: cero contenido pero toda la emoción, incluyendo explosiones de alto nivel que hacen que la adrenalina sustituya el pensamiento. Normalmente no criticaría las políticas de una película porque se debe asumir inherente su escala de valores para apreciarla por completo, pero en este caso vale la pena criticar sus posturas porque las mismas críticas que aplica al sistema se pueden usar para su solución. En lugar de dar crítica y fundamento, V for Vendetta se conforma con demagogia y diversión, además de justificar ciertas prácticas con explicaciones insatisfactorias. Eso sin contar las frasesitas domingueras sacadas de fortune cookies que luego se avienta V.
Dejando lo político a un lado (aunque, ¿cómo se puede hacer eso en una película como ésta?), algunos aspectos fílmicos dejan mucho que desear. Quizás el más grave de estos es la manera en la que está estructurado el personaje de Evey. Los puntos claves de una heroína están ahí -antecedente, razón de ser, motivación para actuar, conflicto- pero luego resulta que tiene su gran revelación y decide seguir con su vida por un año, yendo al super y nada más. No es por ser purista, pero con una heroína así, ¿quién quiere una historia? Gran parte de la trama del tercer acto es dejada a los villanos para que sea llevada a cabo...
Las características redimibles de V for Vendetta son pocas en comparación con sus fallas. Considerando que meses después se estrenó Children of Men, la cual me encantó, V for Vendetta me deja muy desesperanzado, lo cual es irónico considerando que Evey pretende darles esperanza a los cientos de ingleses creados por computadora al final de la película. Tal vez alguien debió darle a los Wachowski el teléfono de Alfonso Cuarón...
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