Filosofía, sexo y tennis
En esta época de blockbusters es raro encontrar una película que valga la pena más allá de su capacidad de entretener. Aunque supongo que muchos irán mañana a ver El Código Da Vinci (me incluyo), no puedo perder la oportunidad de hacer una recomendación para aquellos que busquen otra opción cuando vayan a escoger una película: Match Point, que en México fue erróneamente titulada La Provocación.
La película, escrita y dirigida por Woody Allen, no tiene nada de semejanza con cualquier otra película de Woody Allen, sino es un fiel ejemplo del género film noir. La trama se desarrolla en Inglaterra y para no revelar ningún secreto, solo mencionaré que se trata de un joven irlandés que está en ascenso en las filas de la alta sociedad inglesa hasta que conoce una mujer que lo puede traer abajo. El director y el cinematógrafo hacen una labor excepcional en retratar Londres y hacerlo parecer como el paraíso de las artes.
Sin embargo, lo que más hace resaltar la película son sus protagonistas: Scarlett Johansson y Jonathan Rhys Meyers. Con protagonistas del atractivo de estos dos, las escenas candentes no se podían hacer esperar. Sin embargo, la película es B-15, así que no esperen nada muy revelador. El director supo aprovechar increíblemente a los dos actores para lograr escenas que transmiten toda la pasión necesaria sin mostrar más de lo debido. Para aquellos que la vean, como dato cultural menciono que mi favorita incluye una corbata.
Pero eso no es todo lo que ofrece la película. Abundan las referencias a las artes: La Traviata, Dostoyevsky, Strindberg. Asimismo, incluye una reflexión sobre la justicia, confronta la lujuria con la avaricia (adivinen cuál gana) y -lo más importante- explora el rol que juega la suerte en nuestras vidas. Con un par de giros inesperados, la trama provee la suficiente intriga y drama para mantenernos interesados y preocupados por estos personajes a pesar de que cada uno de ellos es inmoral. Esta película entretiene, soprende, asombra e incita la discusión. Excelente.
La película, escrita y dirigida por Woody Allen, no tiene nada de semejanza con cualquier otra película de Woody Allen, sino es un fiel ejemplo del género film noir. La trama se desarrolla en Inglaterra y para no revelar ningún secreto, solo mencionaré que se trata de un joven irlandés que está en ascenso en las filas de la alta sociedad inglesa hasta que conoce una mujer que lo puede traer abajo. El director y el cinematógrafo hacen una labor excepcional en retratar Londres y hacerlo parecer como el paraíso de las artes.
Sin embargo, lo que más hace resaltar la película son sus protagonistas: Scarlett Johansson y Jonathan Rhys Meyers. Con protagonistas del atractivo de estos dos, las escenas candentes no se podían hacer esperar. Sin embargo, la película es B-15, así que no esperen nada muy revelador. El director supo aprovechar increíblemente a los dos actores para lograr escenas que transmiten toda la pasión necesaria sin mostrar más de lo debido. Para aquellos que la vean, como dato cultural menciono que mi favorita incluye una corbata.
Pero eso no es todo lo que ofrece la película. Abundan las referencias a las artes: La Traviata, Dostoyevsky, Strindberg. Asimismo, incluye una reflexión sobre la justicia, confronta la lujuria con la avaricia (adivinen cuál gana) y -lo más importante- explora el rol que juega la suerte en nuestras vidas. Con un par de giros inesperados, la trama provee la suficiente intriga y drama para mantenernos interesados y preocupados por estos personajes a pesar de que cada uno de ellos es inmoral. Esta película entretiene, soprende, asombra e incita la discusión. Excelente.
posted by sarkney @ 12:09 AM
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