Off the record, on the QT, and very hush-hush

Un espacio donde escribir mis experiencias, pensamientos y reflexiones para el disfrute de todos, omitiendo siempre lo más importante: la verdad...

Sunday, July 09, 2006

Stupid Girls (and Boys)

Recordando mi post anterior sobre la película X-Men: The Last Stand, me di cuenta de que mi comentario que ésta era una película tonta no resonó mucho. En cambio, los comentarios se enfocaron en el apego que tenía la película al cómic. Además, recibí un comentario sobre lo chistoso que era mi comparación de los X-Men con los gays y dos comentarios sobre cómo mi análisis estaba mal porque la película en realidad era "chida". Así que supuse que no se había transmitido la idea de una película tonta. No escribiré sobre esta idea porque me daría más flojera a mí redactar que a los demás leer, así que la mejor manera de volver a hacer referencia a esto es proponiendo la antítesis: una película inteligente. Una película inteligente no tiene nada que ver con una película buena. Lo inteligente de una película tiene que ver con las ideas que maneja, con el mensaje que propone sobre algún asunto en particular. La película a la que me refiero es Good Night, and Good Luck. No me había topado con tanta información, tantos temas sobrepuestos y tantos mensajes implícitos en una sola película desde que vi Angels in America.

La trama de la película se puede resumir en una línea: la batalla que el periodista Edward R. Murrow entabla con el senador Joseph McCarthy a través de su programa de televisión See It Now. Lo genial de la película tiene que ver con todo lo que se desprende de esta sencilla trama. Siendo una película que se desarrolla en los años cincuenta, cumple con el deber de situar a la audiencia en la época, pero para tener una apreciación total de lo que se está viviendo, yo recomendaría dar otra leída a sus notas sobre la Guerra Fría. No sólo los eventos deben ser entendidos para apreciar la acción de la película, sino que el uso del lenguaje político de la época y lo estructurado de las emisiones del programa presentan un reto al entender un vocabulario diferente al que estamos acostumbrados en las películas. ¿Saben que es habeas corpus? Yo tampoco. Incluso conocimientos de cultura general de la época son requeridos ya que se perderán de uno de los pocos momentos chistosos de la película si no saben quien fue Liberace.

La película es dirigida por George Clooney, quien, no conforme con haber co-escrito un guión bastante complejo por sí solo, se dedica a reforzar el mensaje transmitido por medio del estilo visual de la película: close-ups constantes, rápidos movimientos de cámara, una edición dinámica y una dirección de arte muy bien planeada. La decisión más brillante en su dirección es utilizar material grabado de aquella época para presentar a McCarthy, siendo ésta la segunda vez que recuerdo que un personaje principal se interpreta a sí mismo (la primera fue John Malkovich en Being John Malkovich), con excelentes resultados. A propósito de las actuaciones, dentro del multiestelar reparto solo hay una que sobresale, la de David Strathairn como Edward Murrow. Dependiendo casi únicamente de miradas y algunos gestos faciales (y el inolvidable cigarro), Strathairn crea a un hombre decidido, letrado, sereno y -de vez en cuando- capaz de hacerse reír.

La película muestra claramente un mensaje en pro de la libertad de prensa y contra la censura, pero no se detiene ahí. Presenta también un ataque al conformismo televisivo que acecha a una sociedad enteramente consumidora, a la ignorancia inducida en el público por un conjunto de medios que se niegan a retar a la autoridad, a la explotación de la televisión por parte de las compañías más poderosas y al miedo que se tiene a hablar con la verdad. Si tiene un defecto es que su reclamo aplica para la película misma. Es decir, que la propia película peca de censura porque se limita a presentar un lado de la historia. A su favor se puede decir que no crea héroes, todos son tratados con el mismo escrutinio, pero sí crea un villano (el mismo McCarthy).

Cerca del final de la película, Murrow hace un llamado a los empresarios encargados de las televisoras a crear programas que informen y hagan pensar al televidente. Él expresa que tiene fe en que el público es capaz de hacer algo más que divertirse momentáneamente con la caja con cables de enorme popularidad que tiene enfrente. No estoy seguro que pueda compartir su opinión ya que, después de todo, X-Men: The Last Stand lleva ha recaudado más de 250 millones de dólares en taquilla...

Saturday, July 01, 2006

Sexo al Revés

Para olvidar la tristeza ocasionada por el hecho de que Superman Returns no se estrenó aquí al mismo tiempo que en Estados Unidos y que tendré que esperar dos semanas para verla, decidí ver qué películas ofrecían los canales de cable. No solo eso, sino que busqué cuales eran las películas que podían matar mis neuronas cinematográficas más rápidamente. Así que vi, en forma consecutiva, Jeepers Creepers, U-571 y Tomorrow Never Dies. Podría haber escogido películas extremadamente malas, pero todos tenemos un límite. El chiste es que después de ver a James Bond salvar al mundo otra vez, ya no encontraba ninguna opción que me pareciera lo suficientemente entretenida pero poco interesante para seguir viendo la tele. Esto es, hasta que vi que estaba empezando The Opposite of Sex. Y no la escogí por aquello que seguramente se están imaginando, sino por dos razones menos obvias: (a) porque quería saber qué es lo opuesto al sexo y (b) porque hacía mucho tiempo que había visto una película estelarizada por Christina Ricci. Decir que mi patrón de malas películas se había roto es una subestimación, porque en realidad me sentí en un viaje de 105 minutos en una montaña rusa cuyo tema era el sexo, y salí siendo un hombre feliz.

En sí, la historia es la siguiente: Dedee (la heroína, narradora y manipuladora perspicaz de la película), una chava de 17 años, decide, tras la muerte de su padrastro, dejar a su mamá e irse a vivir a casa de su medio hermano. Luego, se aprovecha de su bondad, seduce a su novio, se enemista con su ex-cuñada y queda embarazada. No necesariamente en ese orden. Digamos que la película no es sobre sexo (ni su opuesto) sino sobre las actitudes, paradigmas y consecuencias del sexo.

Pero también trata de cuatro personajes (y dos personajes secundarios) muy interesantes. Dedee es el sarcasmo en persona, haciendo todo para que la odiemos pero siempre recordándonos que es más lista que nosotros. Su medio hermano, Bill, es el único personaje que parece tener un corazón -y todos lo explotan- ya que, cuando encuentra a un alumno escribiendo frases obscenas sobre él en el baño, su primer reacción es corregir la gramática. El novio, Matt, es un ingenuo empleado de Kinko's que piensa que está haciendo las cosas por el bien de alguien, sin entender que al mismo tiempo afecta a todos los demás. Sin embargo, la mejor actuación de la película es de Lisa Kudrow como Lucia, la hermana del difunto ex-novio de Bill. Odiosa, enojona e igual de sarcástica que Dedee, Lucia menciona que se ha vuelto amargada de tan solo observar a las personas (le creo).

No sólo están estos increíbles personajes para llenar la película, sino una trama con giros inesperados cada quince minutos, chistes de doble sentido cada diez, y una inconformidad con los clichés cinematográficos que permea cada escena. Contrario a lo insinuante de su título, no hay escenas de sexo en la película ni desnudos. Aun así, la película es clasificación C, porque todo lo explícito se da de forma oral (y con "oral" me refiero a hablado).

Sin embargo, yo no recomendaría esta película a todos, porque a final de cuentas es una comedia de humor negro y no todos tienen el carácter para soportar chistes pesados. En momentos los personajes son exageraciones de actitudes humanas verdaderas. A veces el diálogo y las situaciones son cachetadas con guante blanco a los estereotipos predominantes en la sociedad sobre tener sexo, sobre quien lo hace y sobre porque lo hace. El hecho de que su público sea limitado no le quita ningún mérito a la película. Para aquellos que no les importa ver películas que se burlen de sus prejuicios, que tengan personajes crudamente humanos y situaciones poco familiares, ésta es una excelente opción. Si prefieres que al final de la película, la moraleja de la historia esté claramente delineada, Disney tiene unas muy buenas opciones que te pueden gustar...